EL  PAPEL DE LA MEDIACIÓN  EN LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS  QUE IMPIDEN EN EL ACCESO AL EMPLEO

La mediación social se concibe en este modelo como una herramienta metodológica para la inserción sociolaboral de personas desempleadas en riesgo de exclusión social, esto es: jóvenes sin cualificación, población inmigrante, minorías étnicas y personas con discapacidad, teniendo en cuenta siempre la perspectiva de género.

Estos grupos de población se encuentran inmersos en un entramado de situaciones conflictivas que entorpecen su empleabilidad.

La mediación es la intervención en una disputa o negociación de una tercera persona aceptable, imparcial y/o neutral que carece de poder autorizado de decisión para ayudar a las partes a alcanzar voluntariamente un arreglo mutuamente aceptable (Moore.C; El proceso de mediación. Métodos prácticos para la resolución de conflictos.)

El proceso de inserción es fortalecido mediante la mediación, debido a que se realiza una intervención sociolaboral que permite mejorar las competencias sociales y la promoción social y laboral de estos grupos de población.

El planteamiento de la utilización de la mediación en el proceso de inserción supone,   siguiendo a Eduard Vinyamata, el proceso de socialización de las dificultades que los conflictos provocan, que de otro modo se producirían resultados desfavorables y negativos.

En consecuencia,  el planteamiento de la mediación en la inserción sociolaboral ofrece oportunidades, alienta a las personas  a expresar sus sentimientos y decirles cómo se sienten. Ofrece un espacio de comunicación, en tanto pueden aflorar sentimientos de agresividad, frustración. Permite que las partes perciban la situación y el problema de cómo lo perciben los otros/as. Posibilita que se tenga toda la información del conflicto,  y que se centren en el problema.

De esta manera, intentamos recrear escenarios propicios para desarrollar la mediación aplicándola a los procesos de inserción sociolaboral.

 Las condiciones  para llevar a cabo la mediación son las siguientes:

-          Participación voluntaria  en las sesiones que vayan siendo propuestas en el proceso.

-          Aceptación de la intervención del mediador/a sociolaboral

-          Nivel de salud mental adecuada y equilibrio emocional, para poder participar en la misma. 

Publicado por: Diana Duque